Este globo terráqueo recuerda a los mapas de los grandes exploradores e invita a la evasión en cuanto se gira con la punta de los dedos. Elegantemente montado sobre un soporte, es a la vez un objeto decorativo y un símbolo de aventura. Su diseño evoca una época en la que los mapas se dibujaban a mano, y aporta un toque nostálgico e intelectual a cualquier espacio, perfecto para un despacho, un salón o una biblioteca.